Navajas jerezanas
Las navajas jerezanas son, junto a las albaceteñas, sevillanas, etc., uno de los modelos más importantes e icónicos de la cuchillería española.
Tienen su origen a lo largo del siglo XIX en la ciudad de Jerez de la Frontera, en la provincia de Cádiz, la cual era un centro productor de navajas de gran calidad y fama.
Todas las navajas jerezanas suelen llevar hoja ancha con un extremo muy puntiagudo, al que conduce una suave curvatura. Algunas tienen hojas muy amplias, denominadas lengua de vaca o flamenca. Desde el siglo XX esta forma fue imitada en las fábricas de cuchillería de Albacete, y aún se producen industrialmente bajo la denominación de navajas jerezanas.
Las navajas de Jerez cuentan con gran influencia de los artesanos de la cercana ciudad de Sevilla, lo que se nota en su forma, estructura y materiales.
Las navajas jerezanas antiguas, especialmente las de colección, son difíciles de distinguir de las sevillanas u otras producidas en Andalucía, a menos que lleven alguna marca reconocible que indique su origen. Algunas de estas navajas tienen inscripciones en la empuñadura con el nombre de Jerez, así como cuchillas con las palabras Jerez o JR. Esto se debe a que las navajas fabricadas en el siglo XIX, atribuidas a esa ciudad, pueden tener el mismo tipo de hoja y decoración que las navajas de Sevilla, ya que han estado vinculadas desde su origen, y podrían considerarse hermanas. Incluso ha ocurrido que una cuchilla marcada como jerezana este en una navaja cuya empuñadura la denomina como sevillana.
Nuestras dos marcas preferidas de navajas de Jerez son Albainox, un clásico de la navaja española, y la armería Ecommur.